¿Como ser fotógraf@ y no morir en el intento?
¿Como
ser fotógraf@ y no morir en el intento?
Me
presento ante todo, me llaman Noemí Moreno, soy mujer de 38 años de
edad, fotógrafa profesional, con estudio fotográfico propio, en
Martorell (Barcelona) y con más de 10 años de experiencia.
En
esta crónica negra escrita y vivida por mi, os contare lo difícil
que es ser fotógrafo y no morir en el intento. Hoy día, con lo
digital, es una profesión de total riesgo y si a eso le sumamos los
móviles de alta tecnología y que todo ser viviente tiene a un
“fotógrafo” en la familia (jejjejejejejeje disculpad que me ría
un rato mientras escribo), me refiero a un primo, tío o amigo
“FOTOGRAFO” que parece ser que todo el mundo tiene.
Aquí
todo lo contado es experiencia propia, no puedo contar las historias
de mis colegas de profesión, aunque las conozca no son propias. Y lo
que de aquí se trata es que abra mi corazón y mis entrañas.
¿Por
qué en este país no se valora la profesión de fotógraf@?
Tu
no te sacas una muela, si no que acudes al dentista ¿verdad? Ojo,
habrá algún bruto que lo haya hecho, seguro que de haberlos, los
hay.
Llevo
años en esta profesión, de la cual amo y disfruto, algo bueno debe
tener ¿verdad? Pues sí, soy de las privilegiadas que trabajo en lo
que me gusta y apasiona. Pero todo no son ventajas ni es maravilloso
por ello, no como de pasión ni amor al arte jejejjejeje
Me
han solicitado presupuestos muy diferentes desde empresas, privados,
eventos, enlaces, reportajes fotográficos, etc... de los cuales mis
clientes o presupuestados han sido totalmente diferentes.
¿Por
qué en mi profesión se debe regatear? ¿No valoran el trabajo?¿Que
piensan que solo damos al clic en el botón? O acaso , ¿nuestro
equipo de trabajo lo sembramos y crece solo en el huerto?
Iré
dando las respuestas a medida que vaya avanzando en esta crónica.
En
un enlace matrimonial, los novios contactan conmigo, atraídos por mi
fotografía o estilo, les llama la atención y quieren contratar mis
servicios, eso está bien para una fotógrafa freelance. Me piden
cita, les reservo día y hora, acuden en pareja a mi estudio
fotográfico, les acompaño a sentarse y empiezo a ser comercial o
relaciones públicas. Les ofrezco tomar algo, les acomodo y procedo a
enseñarles una muestra de mi trabajo, vídeos, álbumes fotográficos
y fotografías expuestas. Rellenan un formulario donde me explican el
estilo de su enlace matrimonial para poder crearles un presupuesto a
su medida.
Charlo
con ellos, disfrutando del trato personal, después de una hora o dos
de cita, les acompaño a recepción y a la salida, estrechamos manos
o nos damos dos besos cordialmente.
Pienso:
¡Bueno, fue bien, ahora debemos calcular y confeccionar el
presupuesto según los ingredientes mencionados!
Empezamos
con ello, ya puede ser en el mismo día, o al siguiente.
Contabilizamos
distancia, trayectos, asistente, horas trabajadas., ir a casa de los
novios, familia, ceremonia, banquete, retratos y fotografiar
momentos. Ese día los fotógraf@s nos clonamos (para estar en todos
los momentos únicos de ese día tan importante, jejejejeje es un
secreto jamás contado, somos capaces de no ir al baño, ni comer
apenas).
Sigo
contabilizando mi presupuesto: la hora de antes salir de casa, ir a
por mi equipo, hacer el trayecto, volver. Llegada al estudio al
finalizar mis 8 o 14 horas de boda trabajadas.
Descargamos
tarjeta, desmotamos y colocamos equipo (por cierto he de responder
que no lo sembramos, ni crece en el huerto). Nuestro equipo
fotográfico es muy caro y cuanto más caro mejor.
Procesamos
durante horas y días las fotografías. Un poco de niveles o
contrastes, quitamos marchitas en la piel, granitos, impurezas.
Afinamos piel, damos brillo en los ojos, textura en labios, quitamos
brillos si nuestros novios o familiares han sudado o manchas en la
ropa, esa copa caída, esa mancha de chocolate. Si veo un poco de
calvicie la disimulo, en fin, me paso un tiempo con la pareja de
recién casados.
Diseño
el DVD, gastos de tinta, impresión y un gran etc.
Bueno
finalizo ya mi presupuesto. Lo entrego a la pareja que pronto va a
celebrar su gran día.
Están
los clientes agradecidos que valoran tu trabajo y aceptan tu tarifa,
están los que la crisis y la economía no les permite pagar ( a
estos los admiro y valoro) y están los últimos, a estos si les hago
la critica: son personas que están bien económicamente y pueden
permitírselo pero.... no valoran tu trabajo, ¡¡vamos, sólo vas
hacer fotos, por favor solo es un clic!! Y empiezan a regatear: si
terminas antes , si me quitas los regalos, si no comes, si no viene
tu asistente, si no traes tu equipo, vamos resumiendo: hazme la boda
por 300 € que mi primo es fotógrafo.
Acaso,
cuando esas mismas personas contratan un viaje dicen ¡oye, no voy a
respirar en el avión! hazme un descuento, ¡oye, no haré pipí en
el hotel! hazme un descuento, ¡oye, en mi menú quitadme el postre!,
hazme un descuento.
Muy
fuerte, la verdad, sí, claro, claro, damos solo al clic: repito las
horas dedicadas a las parejas, previas, durante y después.
Traslados, equipo, horas de procesado, entrega de las fotografías, y
en una boda no se entregan 25, si no tropecientas, no comemos,
pasamos calor,frio. Y lo mas importante, no somos fotógrafos como tu
primo, no damos al clic, en cada fotografía miramos, la composición,
el encuadre, la escena de detrás o el entorno (que no hayan una
lata, una señal, etc..) y miramos qué pose o gesto sales más
favorecido, miramos la iluminación, calculamos la velocidad correcta
y necesaria del obturador, la apertura del diafragma, la iso y,
después de hacer todo eso en segundos (de ahí nuestra habilidad y
la diferencia del primo entre el profesional), adaptamos posturas
raras y poco favorecedoras para no hacerles cabezones o con los pies
pequeños y decimos: FOTO ¡SONRÍE!
Y
en modo manual, no automático, como el primo jejejjejejeje
procedemos a disparar.
Ojo
mis respectos a los primos, yo también los tengo. Uso la palabra
primo por poner un ejemplo, podría decir, amigo, tío, vecino del
quinto.
Lo
hemos demostrado, solo damos al clic ¡claro! Habéis podido
comprobar al leerme, por experiencia propia que es un enlace
matrimonial.
Los
fotógrafos freelance, somos nuestros contables, comerciales,
relaciones publicas, publicistas, etc...
Compensado
por nuestra pasión a la fotografía , eso o que somos masocas,
jejejjeje.
Ahora
voy hablar de las personas que te solicitan un presupuesto de
estudio: Repito que hay tres tipos, el cliente que valora tu trabajo,
paga y te contrata, el que no se lo puede permitir, al cual valoro y
respecto, o el que le echa morro y es abusivo.
Una
embarazada es capaz de pagar desde 49 euros a 159 euros por una
ecografia 3D o 4D, y no ciento y pico por un reportaje fotográfico
en estudio. ¿Perdona? Si en la eco por muy 3D o 4D no se aprecia la
total realidad. Ojo que yo soy madre de dos y tal vez también lo
pagaría. ¿Había dicho antes ciento y pico por un reportaje en
estudio? ¡Ay madre!, pues sí. En mi estudio fotográfico tengo un
camerino independiente, donde hay un tocador, maquillaje, disfraces,
aire acondicionado, toallitas, plancha, etc.. dispongo de atrezzo,
sofás de piel, sillas vintage, ciclorama, telas, fondos de color con
motor, sala de descanso para poder tomar una infusión o café.
A
ver, repito, hay mamás que pagan entre 49 y 159 euros por una eco, y
quieren regatear un reportaje en estudio que les parece caro.
Instalaciones, equipo, gastos, mi trabajo de ese día, del posterior
al editado, quitar estrías, sacar lo mejor de la persona, retratos
en blanco y negro, fotos tipo a lo Demi Moore, entrega del material
con presentación…
¡Por
favor un respeto al fotógraf@! Si es
que encima te lo dicen, hay uno que me lo hace por 40 euros. Pues ya
sabe, váyase al que se lo haga por 40 euros, yo no.
Ahora
tocaré cuando la mamá ya dio a luz a su bebe y viene la misma que
te dijo que el otro se lo hacía por 40 euros y te pide presupuesto
para realizar un reportaje fotográfico a su bebe.
Se
lo entregas, en papel, color, detallado y con regalos impresos. Y te
dice: es que quería algo más sencillo, sólo una foto. Da igual si
es un bebe o un niño que se sube por la paredes, perdona, ¿sólo
una? No se dispara jamás una foto, se hace una serie de ellas para
después seleccionar y entregar.
En
mi estudio dispongo de un circo infantil, un caballito de madera
hecho a mano, pelotas, globos, peluches,piruletas, caramelos y
galletas. Sillas infantiles,sillones, sofá con temática de abeja,
disfraces infantiles, un escenario para los recién nacidos con
parquet, zócalos, cestas, etc..
Un
reportaje infantil por ciento y pico ¿es caro? Quitamos el gasto del
estudio, equipo, luz, el trabajo en sí, el posterior, material de
entrega.. ¿Qué me queda? Tengo los gastos de alquiler, empresa,
material, equipo, attrezzo etc...
En
este país los fotógrafos no están muy valorados.
He
querido hacer una crónica negra con humor contado desde mi propia
experiencia sobre aquellas personas que son regateadoras, tacañas y
no valoran al fotógrafo.
¿Acaso
cuando va uno al dentista negocia con el? La respuesta es no.
Nuestra
profesión es de riesgo en el mundo en el que vivimos y con los
“primos” fotógrafos.
No
tenemos horario, trabajamos fines de semana, somos nuestros
comerciales, repartidores…
Creamos
un mundo diferente, nuestra cabeza no para de crear proyectos nuevos,
sacamos la belleza y lo mejor de cada uno. Foto-periodistas que se
juegan la vida por ir a fotografiar en guerras o situaciones
críticas.
Terminamos
con dolores de espalda, cervicales, seguimos trabajando incluso en
casa, pasamos frio, calor, hambre. Somos capaces de hacer fotos en un
mínimo espacio con fotógrafos encima uno de otro ( photocall de
eventos o desfiles.).
Ahora
terminaré con lo positivo, me quedo con las personas que valoran la
profesión de fotógraf@ y clientes que
repiten sesión conmigo una tras otra vez. Me han traído perfumes de
regalo, flores, bombones, regalos de familiares con hijos
fotografiados.
Me
quedo con esas expresiones de felicidad, padres que ven las fotos de
sus hijos y te dan un abrazo de felicidad, hijos que regalan a sus
padres por aniversarios un reportaje y te felicitan porque lloraron
de emoción.
Parejas
de las cuales les fotografías en el día de su enlace, luego el
embarazo, al bebe y reportaje de familia. Bodas donde solo captas
emociones, amor, alegría (fotografiando me he emocionado al oír las
palabras que salen del corazón).
Niños
en mi estudio corriendo, posando y que te cuentan los padres que
pillaron a su hija jugando en casa a ser fotógrafa con sus peluches.
Todo
esto es real, vivido por mí. Me quedo con eso y con que los
fotógrafos somos un poco masocas. Disfruto conociendo a gente nueva,
yendo a eventos, desfiles, ver miradas de personas, sonrisas,
sentimientos, etc...
Os
invito a tod@s los que habéis leído esta crónica mía, que vengáis
a conocerme personalmente.
Encantada
estaré, os espero en mi estudio, así mientras tomamos un café
charlamos sobre si la profesión de fotógrafo esta valorada.
Os
dejo mi web donde encontraréis mi ubicación y mi teléfono.
Un
gran abrazo a tod@s.
Noemí
Moreno
Comentarios
Publicar un comentario